Proceso Toma de Decisiones AeronauticasProceso de Toma de Decisiones Aeronauticas.
El Piloto es responsable de determinar si se encuentra apto para volar en un vuelo en particular. La mayoría de los accidentes prevenibles tienen un factor común: error humano, en vez de una falla mecánica. Una buena toma de decisiones aeronáuticas es necesaria para evitar errores humanos.Los pasos para una buena toma de decisiones son:
1. Identificar actitudes personales peligrosas para el vuelo seguro.
2. Aprender técnicas de modificación de comportamientos.
3. Aprender cómo reconocer y lidiar con el estrés.
4. Desarrollar habilidades de evaluación de riesgos.
5. Evaluar la efectividad de nuestras habilidades para la toma de decisiones aeronáuticas.
Existe una cantidad de trampas clásicas de comportamiento en las cuales se sabe que los pilotos caen. Los pilotos, en particular aquellos con experiencia considerable, como norma siempre tratan de completar un vuelo como fue planificado, complacer a los pasajeros, cumplir los horarios y en general demostrar que ellos tienen la “información correcta”. Estas tendencias pueden llevar, en última instancia, a prácticas que son peligrosas y a menudo ilegales y pueden llevar a un percance. Todos los pilotos experimentados han caído presas o han sido tentados, por una o más de estas tendencias en sus carreras de vuelo. Estas peligrosas tendencias o patrones de comportamiento, que deben ser identificadas y eliminadas, incluyen:
- La toma pobre de decisiones basadas en respuesta emocional a los pares/compañeros en lugar de evaluar la situación en forma objetiva.
- La incapacidad para reconocer y lidiar con los cambios en la situación, diferentes a aquellos anticipados o planificados.
- Descender por debajo de la altitud mínima. La tendencia de echar un vistazo y descender por debajo de los mínimos durante una aproximación, en la creencia de que siempre existe un factor favorable que puede ser utilizado o una negativa para admitir que lo mejor es realizar una aproximación frustrada (efectuar un escape).
- Volando bajo Reglas de Vuelo Visual (VFR), continuar en condiciones instrumental, lo que suele causar desorientación espacial o colisión contra el suelo/obstáculos, sobre todo si el piloto no está capacitado o actualizado con el vuelo instrumental.
- Quedarse detrás de la aeronave. Permitir eventos o que la situación controle sus acciones en lugar de lo contrario. Caracterizado por un estado constante de sorpresa de lo que suceda después.
- Pérdida de consciencia posicional o situacional. Otro caso de quedarse detrás de la aeronave, que causa no saber en dónde se encuentra uno, una incapacidad para reconocer circunstancias en deterioro, y/o el mal juicio del índice de deterioro.
- Operar sin reservas adecuadas de combustible.
- Ignorar los requerimientos mínimos de reserva de combustible, tanto VFR o IFR es generalmente el resultado de demasiada confianza en uno mismo, falta de planificación de vuelo o ignorancia de las regulaciones.
- Volar fuera del envolvente de vuelo. Confianza injustificada en la creencia (usualmente equivocada) de que la habilidad de alto rendimiento de la aeronave cumple las demandas impuestas por las habilidades de vuelo (a menudo sobrestimadas) del piloto.
- Negligencia de la planificación del vuelo, inspecciones de prevuelo, listas de chequeo, etc. La confianza injustificada en la memoria a corto y largo plazo del piloto, habilidades de vuelo regulares, rutas repetitivas y familiares, etc.
- Antiautoridad (¡no me ordenes!). Esta actitud es normal en gente que no le gusta que nadie le ordene lo que tiene que hacer. De alguna manera están diciendo “nadie me puede decir a mí lo que tengo que hacer”. Pueden estar resentidos por tener una persona que les ordene lo que tienen que hacer, o puede considerar que las normas, las regulaciones o los procedimientos son tontos o innecesarios. Sin embargo, siempre es el derecho de uno cuestionar la autoridad si se siente que es un error. El antídoto para esta actitud es: sigue las reglas. Usualmente son correctas.
- Impulsividad (¡Haz algo rápido!). Es la actitud de gente que suele sentir la necesidad de hacer algo -lo que sea- inmediatamente. No se detienen a pensar acerca de lo que están a punto de hacer, no eligen la mejor alternativa y hacen lo primero que se les ocurre. El antídoto para esta actitud es: no tan rápido, piensa primero.
- Invulnerabilidad (no me sucederá a mí). Muchas personas sienten que los accidentes les suceden a otras personas, pero nunca a ellas. Saben que los accidentes ocurren y también que cualquier persona puede verse afectada, pero nunca sienten o creen realmente que se encontrarán involucrados personalmente. Es más probable que los pilotos que piensan de esta manera tomen decisiones inoportunas y aumenten el riesgo. El antídoto para esta actitud es: podría sucederme a mí.
- Macho (puedo hacerlo). Los pilotos que siempre tratan de demostrar que son mejores que todos, y piensan “les puedo mostrar”. Los pilotos con este tipo de actitud tratarán de probarse a sí mismos al tomar riesgos con el fin de impresionar a otros. Aunque se crea que este patrón es una característica masculina, las mujeres son igualmente susceptibles. El antídoto para esta actitud es: tomar riesgos es tonto.
- Resignación (¿Para qué?). Los pilotos que piensan “¿para qué?” no se ven a sí mismos capaces de hacer una gran diferencia en lo que les suceda. Cuando las cosas van bien, el piloto tiende creer que es buena suerte. Cuando las cosas van mal, el piloto puede creer que “alguien está queriendo perjudicarme” o directamente culpan a la mala suerte. El piloto dejará la acción para otros, para bien o para mal. Algunas veces, esos pilotos accederán a solicitudes irrazonables sólo para ser un “buen tipo”. El antídoto para esta actitud es: puedo hacer algo.
- Las actitudes peligrosas que contribuyen a un juicio pobre por parte del piloto pueden ser contrarrestadas con efectividad al redirigir esa actitud peligrosa para que pueda tomarse una acción adecuada. El reconocimiento de pensamientos peligrosos es el primer paso para neutralizarlos en el proceso de toma de decisiones aeronáuticas. Los pilotos deberían familiarizarse con un medio para contrarrestar las actitudes peligrosas con un pensamiento de antídoto adecuado. Cuando un piloto reconoce un pensamiento como peligroso, éste debería etiquetar ese pensamiento como peligroso, luego corregir ese pensamiento utilizando el antídoto correspondiente.
- Si se desea lograr reducir el estrés relacionado con el manejo de crisis en el aire o con su trabajo, resulta esencial comenzar realizando una evaluación personal de estrés en todas las áreas de la vida. Un buen manejo del estrés en la cabina comienza con un buen manejo del estrés de la vida. Muchas de las técnicas practicadas para lidiar con el estrés en la vida no son siempre prácticas durante el vuelo. Es mejor condicionarse a uno mismo para relajarse y pensar racionalmente cuando aparece el estrés.
La siguiente lista de chequeo describe algunos pensamientos sobre el manejo del estrés en la cabina.
1. Evitar situaciones que lo distraigan del vuelo de la aeronave.
2. Reducir la carga de trabajo para reducir los niveles de estrés. Esto creará un ambiente adecuado en el cual se pueden tomar buenas decisiones.
3. Si ocurre una emergencia, mantenga la calma. Piense por un momento, evalúe las alternativas, luego actúe.
4. Mantenga el nivel de competencia en su aeronave; ese nivel ayuda a la confianza. Familiarícese exhaustivamente con su aeronave, sus sistemas y procedimientos de emergencia.
5. Conozca y respete sus propios límites personales.
6. No permita que pequeños errores lo molesten hasta que se conviertan en un problema grande. Espere al aterrizar, y luego haga una lista de los mismos para analizar las acciones pasadas.
7. Si volar aumenta su estrés, entonces deje de volar o busque ayuda profesional para manejar su estrés y mantenerlo dentro de los límites aceptables.